La hormiga triste

 

Hace mucho tiempo, por el hecho de existir una hormiga cumplía con su acto de ser. Al tener la esencia de hormiga, ella era pequeña, negra, fuerte y suicida, los cuales eran sus accidentes. La pequeña hormiga triste era suicida porque no tenía la naturaleza de sobrevivir en conjunto con sus compañeras ni de poder trabajar de una forma digna. Un día, la pequeña hormiga salió a dar uno de sus regulares paseos turísticos por el cementerio, y se encontró con una sustancia desconocida. Le llamo tanto la atención que decidió llevarla a su grupo de compañeras. Cuando llego, sus compañeras hormigas comenzaron a usar la potencia de moverse rápidamente y gritaban como locas, pues lo que la pequeña, triste, suicida hormiga había encontrado, era un pedazo  de carne humana. Las hormigas mayores decidieron echarla del grupo porque se dieron cuenta de que la pobre hormiguita no tenía la potencia de sobrevivir, trabajar en grupo, actuar con precaución ni ser inteligente. La pequeña y triste hormiga, comento el acto de llorar y gritar y finalmente, decidió que su momento había llegado, y como estaba tan triste, encontró refugio en la comida, y ni si quiera podía mover sus patas. Estos factores le dieron más depresión, y la pobre hormiga se lanzó de una ventana, cometiendo el cambio sustancial de morir con la intensión de desaparecer completamente del universo, sin tener la más mínima idea de que su materia prima jamás desaparecería.